Bueno en primer lugar me gustaría decirles que todo lo que se vaya a publicar en este blog son FanFics de crepúsculo, todos los personajes, espacios y demás cosas que aparezcan en cualquier libro de la saga son propiedad de Stephenie Meyer.
Los FanFics de crepúsculo no son de nuestra propiedad (Guadalupe Vulturi y Daniela Cullen) cada uno tiene su respectivo autor, y esta señalado en la descripción de cada FanFic. Tengan en cuenta que cualquiera de esos FanFics también se pueden encontrar en FanFiction.net u otro blog mientras tengan permiso de su autor.
Fuera de eso, no tengo nada más que decirles aparte de que disfruten su lectura.

Realidad

"En este mundo frío, la noche será tu guardián, la luna tu guía y las estrellas tu compañía
para la tristeza olvidar en estos momentos de inmensa soledad."
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Bella POV
Me encontraba en el trabajo –aunque mi mente estaba ausente- sentada sobre el mostrador. Los chicos permanecían en sus lugares usuales en las escaleras. La música sonaba por todo el local, llenando el silencio con el peculiar sonido de las bandas actuales.
Pero yo lo escuchaba todo lejano. Mi mente pensaba en los últimos fines de semana, desde la primera fiesta hasta este día. Las tres semanas que mas feliz me han hecho...porque por momentos creo salir de este infierno al que llaman vida...
-º-º-º-Flash Back-º-º-º-
Al principio desconfié de los chicos e instintivamente intenté "echarme para atrás" y volver a casa, pero luego desistí de mis intentos de marcha y permanecí de pie apreciando la sala. En mis diecinueve años de vida jamás creí verme envuelta en una situación similar.
A mi vinieron todos aquellos consejos que me daba mi madre. Sus continuas platicas sobre mi fututo, las recomendaciones y promesas que me hizo hacerle...todo para ser la "chica perfecta", la "hija buena", "su Bella".
Cuando la puerta se abrió ante mi, me quedé completamente en blanco. La pequeña sonrisa en mis labios desapareció apenas comprendí lo que era una "fiesta" para mis nuevos "amigos". Lleve una mano a mi rostro para cubrirme la boca y pestañeé varias veces para estar segura de encontrarme en este mundo.
Suspiré derrotada y recorrí el espacio que me separaba del resto, cerrando la puerta tras de mí. Los chicos se encontraban sentados cómodamente en los sillones y mantenían ese aire despreocupado y desinteresado que tanto les gustaba usar.
Bibiana y Carolina me sonrieron cuando me senté junto con ellas. Jonathan, Antonio y Tomás intercambiaron una mirada cómplice y luego me regalaron sus mejores sonrisas...convenciéndome de haber tomado la decisión "correcta"...
-º-º-º-Fin del Flash Back-º-º-º-
-¿Isabella?-la voz de Tomás me trajo de nuevo a la fría realidad. Giré mi rostro y nuestros ojos se encontraron, perdiéndome en ellos de inmediato.
-¿Me ayudas a bajar de aquí?-una sonrisa traviesa se formó en su rostro al escuchar mi tono más inocente.
-¿Qué me darás a cambio?- golpeé su hombro suavemente cuando dijo eso, pero luego me reí. Era tan infantil...
-Bueno yo...-
Sus labios atraparon los míos en un beso salvaje. Enredé mis brazos alrededor de su cuello. Cuando el aire comenzó a escasear se apartó un poco, nuestras respiraciones estaban agitadas y mis mejillas sonrojadas por el calor...
-Isabella, Tomás, ¿no pueden esperar hasta el sábado?-la pregunta de Carolina hizo que todos estallaran en carcajadas, mientras yo le mandaba una mirada asesina por su comentario.
Hasta el sábado.
Esa frase trajo a mi mente algo más...
-º-º-º-Flash Back-º-º-º-
Estaba demasiado nerviosa por lo que se avecinaba. Las chicas habían subido a buscar "lo necesario" mientras sus novios saqueaban el refrigerador y comentaban algo sobre el último partido que habían visto. Tomás –a diferencia del resto- se quedó a mi lado. Estaba segura que era capaz de escuchar los acelerados latidos de mi corazón. Una de sus manos levantó mi rostro y sus ojos verdes me analizaron con detenimiento, para después embozar una sonrisa burlona al ver el terror en mis ojos y la vergüenza en mis mejillas. Me tomó la mano y me obligó a ponerme de pie, para luego jalarme hacia él...terminando sentada sobre su regazo.
Coloqué uno de mis brazos alrededor de su cuello. Entrelazó nuestras manos y yo apoyé la cabeza en su pecho. Era una posición comprometedora...pero, ¿qué mas daba?
-¿Te...tenemos q-que ha-hacer es..to?-el nerviosismo de mi voz y la duda en mi mirada solo hicieron su sonrisa más marcada. Parecía divertirse enormemente.
-No, no tenemos. Pero acaso, ¿no sientes curiosidad?-su voz sonaba suave. Y había dicho la palabra correcta para hacerme caer. Yo era curiosa por naturaleza.
-Si, quiero saber...pero le temo a...-
-No te preocupes por eso. Aquí estamos nosotros para ello.- asentí y sonreí.
Cuando todos regresaron yo ya me había preparado mentalmente para ello. Los chicos tomaron en sus manos las jeringas y la punta de la aguja brilló –efectos luminosos- ante mis aterrados ojos. Miré atentamente como las agujas atravesaban la piel de las chicas y el liquido entraba a sus venas. Sus rostros se relajaron enormemente al sentir la "droga" correr por su sangre. Luego, tomaron las agujas con sus blancas manos e hicieron lo mismo en los brazos de los chicos. Yo miraba sin pasar por alto ningún detalle.
-¿Lista?-preguntó Tomás mientras sostenía en su mano una aguja nueva preparada para cumplir su objetivo. Afirmé con la cabeza y tragué nerviosamente. –Cierra los ojos y relájate-obedecí sin decir nada. La punta de metal atravesó mi piel haciéndome sentir un leve pellizco, y después sentí la "droga" entrar a mi cuerpo y me olvidé de todo.
Con la misma aguja que me había llevado a otro mundo, Tomás comenzó a viajar a nuestro lado. Permanecimos todos en el piso y los sillones de la sala, mi cuerpo estaba completamente relajado y mi corazón latía cada vez más lento. Hasta que dejé de prestar atención a la "realidad" y solo me enfoqué en "disfrutar la experiencia"...
-º-º-º-Fin del Flash Back-º-º-º-
-¿Qué dices, Isabella, lo mismo de siempre o quieres algo nuevo?- Antonio hablaba tentadoramente. Conformarme con la heroína que recorría mis venas cada fin de semana o intentar algo más...
-No lo se. Sorpréndeme- los "uuuhh" comenzaron a escucharse una vez reté a mi compañero. Y era sencillo molestarlo –aunque sea unos minutos- por tonterías así. Antonio era el encargado de llevar la botana a nuestras pequeñas reuniones entre amigos.
Seguía sentada sobre el mostrador con los brazos alrededor del cuello de mi novio, mientras él besaba mi cuello con cuidado de no dejar marcas que explicarle a Charlie. Uno que otro jadeo escapaba de mi pecho al sentir la excitación aumentar y mis mejillas se sonrojaban de vez en cuando.
-Talvez sea buena idea que adelanten el fin de semana, chicos.-Bibiana nos miraba divertida. Su sonrisa pícara daba a entender el mensaje "original" de su frase.
-Si esperamos hasta el fin de semana, lo disfrutaremos el doble.-las palabras de Tomás me hicieron mirarlo y luego reí al saber cuanta razón tenia. Porque una noche con él era un cielo en la tierra...
-º-º-º-Flash Back-º-º-º-
Los efectos de las "drogas" estaban pasando lentamente, cada vez podía pensar con un poco más de claridad. Respiraba entrecortadamente por la falta de aire experimentada tras el primer beso con mi "amigo" de ojos verdes. Me encontraba acostada en su cama, con su cuerpo sobre el mío y sus labios recorriendo mi cuello mientras desabrochaba mi sostén.
Los jadeos, suspiros y gemidos escapaban cada vez con más frecuencia. Sabía lo que estaba por hacer, perder mi virginidad con un chico que conocía desde hace una semana y que ni siquiera amaba. Pero no me importó y solo me dejé llevar. Mi cuerpo temblaba ante el roce, los espasmos de placer eran más frecuentes con cada embestida...el dolor de la primera vez fue ignorado a causa de mi estado "medicado"...todo era perfecto, aunque no fuera Edward él que me convirtiera en "mujer"...
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La mañana siguiente fue normal, todos bajamos de las habitación a desayunar. Me sentía un poco fuera de lugar y un tanto mareada una vez pasado el estado de relajación...sobretodo después de la ajetreada noche. Pero no era la única que lucia ojeras y se veía agotada, mis "amigas" estaban igual que yo...mientras que "nuestros" chicos se veían igual que siempre.
Una vez pasado el desayuno, nos sentamos en la sala a ver algunas películas, después de todo no regresaría a casa hasta el anochecer...
Miraba la televisión con gesto ausente, pensando en lo ocurrido la noche anterior y el hecho de haberme acostado con Tomás. Y como si lo hubiese nombrado, se giró para verme directo a los ojos y luego me besó. Y así comenzamos nuestra relación como "novios".
-º-º-º-Fin del Flash Back-º-º-º-
Tomás y yo llevábamos tres semanas como novios. Pero era bien sabido que yo no le amaba y él tampoco lo hacía. La palabra amor no existe para nosotros –ni para nuestros amigos- nuestra relación es meramente física. Disfrutamos estar juntos y nos cuidamos los unos a los otros; consumimos todos juntos para pasar un buen rato. El sexo es algo innecesario, pero igual disfrutamos de él. Solo anhelamos el contacto de nuestra pareja, más no esperamos su corazón o un anillo de compromiso.
No nos vemos en la necesidad de palabras de afecto o besos lentos y dulces. Lo salvaje y violento es excitante...
Bajé de un salto de mi cómodo asiento cuando el teléfono comenzó a sonar. Era extraño que alguien llamara al establecimiento. Era más un adorno que algo útil. Tomé la llamada con mi tono más adecuado:
-Plaza Fantasía. Buenas tardes.- me callé al reconocer la familiar voz al otro lado de la línea preguntar si era yo. -¿Qué ha ocurrido, Billy?-mi tono demostraba mi preocupación y desconcierto.
-Oh, Bella, cálmate pequeña. Charlie está en el hospital y...-
-¿Qué le pasó a Charlie?-
-Ha sufrido un infarto, Bella. Ahora esta hospitalizado, esperemos se recupere pronto-
-Yo...Billy...¿Cómo...?-
-Tranquila, Bella. Cuando salgas del trabajo ve al hospital, tu padre no deja de llamarte-
-Nos vemos en un rato más-
Colgué y me quedé en silencio...mirando nada en realidad.
-¿Qué pasó, Isabella?- la voz de Jonathan me sobresaltó.
-Mi padre ha sufrido un infarto y está en el hospital. Debo ir a verlo saliendo de aquí..- mi voz sonaba triste, hasta yo me di cuenta.
Los brazos de Tomás me rodearon y recargué mi cabeza en su pecho mientras era acunada por él. Quizás si sería necesario adelantar el fin de semana...la cabeza comenzaba a dolerme y una pequeña dosis no afectaría..

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