Bueno en primer lugar me gustaría decirles que todo lo que se vaya a publicar en este blog son FanFics de crepúsculo, todos los personajes, espacios y demás cosas que aparezcan en cualquier libro de la saga son propiedad de Stephenie Meyer.
Los FanFics de crepúsculo no son de nuestra propiedad (Guadalupe Vulturi y Daniela Cullen) cada uno tiene su respectivo autor, y esta señalado en la descripción de cada FanFic. Tengan en cuenta que cualquiera de esos FanFics también se pueden encontrar en FanFiction.net u otro blog mientras tengan permiso de su autor.
Fuera de eso, no tengo nada más que decirles aparte de que disfruten su lectura.

Prologo

Han pasado tres meses desde la graduación, dos y medio desde que aceptaste ser su esposa para toda la eternidad, y dos desde que él se fue. Y lo sabes.
Tu vida humana era perfecta desde su llegada, aún así, ansiabas la inmortalidad que sólo ellos eran capaces de otorgarte. Deseabas ser parte de esa familia, tener hermanas, hermanos y padres. Estabas dispuesta a renunciar a todo por él.
El día de tu boda pasó como cualquier otro. Ese evento que tanto aborreciste, esa ceremonia que no querías presenciar. Pero aceptaste para estar a su lado por el reto de sus vidas. Pero, él se fue semanas antes y no volvió.
Recuerdas como lloraste por su partida, esta vez no dijo nada. Pasó la noche a tu lado, como de costumbre, y la mañana siguiente...los Cullen desaparecieron por arte de magia. Recorriste la casa, todo cubierto con sabanas blancas, el piano en el lugar de siempre, los muebles intactos. Te aferraste a la pared en un intento de no caer al suelo a causa de tus sollozos. Entraste a la habitación de Alice, tu mejor amiga, la misma que se iba por segunda vez sin decirte nada.
Encontraste el precioso vestido de novia que tus casi cuñadas te mandaron hacer a París. Por más que les rogaste que deseabas algo sencillo, negaron tu petición. Si ibas a casarte con un Cullen y te quedaría con ellos para siempre, las cosas se harían bien o no se harían. Aceptaste al pensar detenidamente, después de todo ¿quién eras tu para negarle a Rosalie Hale y a Alice Cullen el organizar tu boda? Cuando por fin Rosalie, la despampanante hermana de tu prometido te consideró parte de la familia¿cómo ibas a permitirte perderla?
Lo sacaste de la bolsa que lo protegía de los curioso ojos de tu amado novio y lo hiciste jiras. Tu te negabas a casarte...pero aceptaste para hacerlo feliz...y ésta es tu recompensa.
Saliste corriendo de ese lugar, te subiste a tu coche y volviste a casa de Charlie. Estaba vacía, tu padre aún no llegaba de trabajar, tomaste las maletas que guardabas en el closet y comenzaste a descolgar la ropa. Cuando las maletas estuvieron hechas, las subiste a tu viejo pickup. Volviste a la casa y preparaste la cena para el jefe Swan. Si ibas a marcharte, mínimamente le dejarías la cena de hoy hecha. Preparaste su comida favorita y te sentaste en la sala viendo la televisión sin mirarla realmente.
Escuchaste la patrulla estacionarse, pero no te moviste. Cuando tu padre entró, te giraste a mirarlo. Tu rostro estaba serio, pero no ibas a llorar nunca más. Derramaste todas las lagrimas poseídas mientras rompías una a una las invitaciones para la boda.
Te acercas a tu padre, quien te mira de forma preocupada y le cuentas que han cancelado todo y que él se fue de nuevo. Charlie grita como loco un rato frente a ti, maldiciendo a tu novio por lastimarte de nuevo. Pero tu no lloras ni te pones histérica, solo sonríes sinceramente. Y él cree que estas bien.
Le cuentas tus planes de volver con Renée y él no se opone, después de todo, no piensa hacerte pasar por lo mismo de la última vez. Está seguro de no poder soportar verte sufrir por ese infeliz de nuevo. Lo abrazas y le repites por millonésima vez que estas en perfectas condiciones y que no sufrirás por lo que él te ha hecho. Le das un beso en la mejilla y subes a tu coche.
En tus manos llevas en CD que Edward te regaló cuando cumpliste dieciocho años, lo rompes en mil pedazos al igual como él hizo con tu corazón y los arrojas por la ventanilla del coche mientras conduces por la carretera rumbo al aeropuerto. Lo próximo que sabes, es que vas en un avión a Phoenix, te quedarás algún tiempo con tu madre y tu padrastro y serás feliz. O eso pensaste.
No puedes evitar inclinarte y acariciar el frío cemento de las dos lápidas a tus pies, lees lo nombres varias veces para saber si estás en el lugar correcto. Hace un mes y medio que te mudaste a vivir con ellos, y hace dos semanas ellos se apartaron de tu lado.
Recuerdas ese día y te maldices cada vez que tienes oportunidad. Phil iba a jugar béisbol ese día, pero tu te negaste a ir al partido, estabas muy ocupada leyendo tu libro favorito: Cumbres Borrascosas por ¿qué será? diezmillonésima vez.. te insistieron en que los acompañaron pero dijiste tener dolor de cabeza y te encerraste en tu cuarto. Lo último que viste fue la sonrisa en sus rostro por tenerte ahí y escuchaste como últimas palabras un "Nos vemos pronto, cielo", antes de que el accidente ocurriera. Quizás de haber ido con ellos...estarías ahora haciéndoles compañía...y eso es lo que más te duele, el no haber muerto, tu mayor deseo es ese: morir.
Cada mañana desde su partida te has preguntado por qué sigues viviendo, y siempre hay cuatro nombres que te dan la razón para seguir adelante: Renée, Phil, Charlie y Jake. Pero¡oh sorpresa! La lista se reduce a cada momento.
Recuerdas a tu mejor amigo, Jacob Black, Jake, tu Jacob. Un sonrisa triste se forma en tus labios al pensar en él. Te ayudó la primera vez que Edward te dejó, siempre estuvo ahí para ti. Pero tu escogiste al chupasangre antes que a tu amigo licántropo. No puedes evitar la imagen de su rostro desfigurado por el dolor de tus palabras, el miedo en sus ojos al decirle que deseabas ser una vampiresa por toda la eternidad, y te reprochas una y otra vez el haber sido tu la causante de sus pesares.
Supiste que dejó a la manada y a su familia. Que vaga solo por los oscuros bosques en forma de lobo para mitigar el dolor que tu decisión le causó. Y tienes ganas de buscarlo y decirle que lo quieres y lo necesitas, pero sabes que él no es un juguete del que puedes disponer cuando estas aburrida.
Depositas sobre la tumba de tu madre una rosa roja, luego haces lo mismo sobre la de Phil. Sonríes una última vez mientras te pones de pie. Sales del lugar con la frente en alto, no has derramado una sola lágrima en el cementerio en ninguna de las visitas que has hecho, no lloraste en el funeral, prometiste no hacerlo, a demás no pudiste, no hay más gotas saladas por dejar escapar. Todas se fueron junto con tu futura familia. Esa familia a la que nunca tuviste oportunidad de permanecer. La que rompió una a una tus ilusiones. La que te abandonó una vez más.
Regresas a tu casa y miras todo antes de salir con las maletas en las manos. Extrañaras todo esto...lo sabes. Pero no hay calor en Phoenix sin tu madre. Tomas un taxi al aeropuerto, regresarás a vivir con Charlie, aún queda una persona por la cual vivir.
Desde la ventanilla del avión observas el azul del cielo y las blancas nubes. Todo estará bien ahora. ¿Qué podría salir mal después de todo?

1 comentario:

  1. ya amo este fic, no puedo resistirme a una historia de amor, y menos aun si Ed es vampiro.
    Como he de seguirla?? estoy en mi oficina ahora, tal vez por face me avisas las actualizaciones?
    gracias, me encantò

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