- Bella POV -
-¡Bella!- exclamó Alice arrojándose literalmente sobre mi, abrazándome fuertemente. Sus brazos se cerraron en torno a los golpes frescos que Mike me había propiciado en la semana y me quejé. Edward gruño alarmado, pero para ese entonces Alice ya me había soltado. Me abracé a mi misma por la cintura, como si eso detuviera el punzante dolor en los costados de mi cuerpo. Traté de mantener normal la expresión de mi rostro. Pero no funcionó.
-Hola Alice,- Susurré. Sus ojos me miraban preocupadamente y luego fueron hacia los de Edward.
-Mike,- Fue todo lo que le dijo.
-¿Mike?- La voz de Alice tintineaba tal y como la recordaba, aun cargada de confusión. Sus ojos escanearon mi rostro tal y como Edward lo había echo antes en busca de algo, -¿Qué tiene que ver Mike?
-El la golpeó,- las palabras salieron junto con un fuerte gruñido.
-¿Qué?- Rugió la voz de Emmett mientras aparecía atravesando la puerta principal, haciéndola añicos.
Aparentemente todos los habitantes de la casa habían escuchado nuestra conversación, ya que el resto de los Cullen aparecieron tras Emmett. Esme dio una leve mirada a lo que quedaba en pie de la puerta. Las expresiones de todos denotaban furia, hasta la de Rosalie. Hasta Esme. Era extraño ver a una mujer tan cariñosa con esa terrorífica expresión de furia. Temblé ante sus rostros, aunque sabía que su bronca no iba dirigida hacia mí.
Mi temor no perduró. Jasper manejó la situación y me sentí agradecida por ello, aunque la mayoría de los Cullen le lanzaron una mirada molesta; querían sentirse de esa forma. Yo, por mi parte, le sonreí en agradecimiento. Sabía que su intención no era bloquear la furia de los demás, si no evitar que me sintiera aun más miserable.
-¿Por qué? ¿Por que se acercó tanto?- La vos de Alice sonaba alarmada y curiosa. No era propio de ella. Entonces me di cuenta de que no había estado mirando a mi futuro el tiempo que permanecieron fuera de Forks.
-Se casó con él,- La voz de Edward cargaba una pena que me partió el corazón.
-Ni tu te la crees,- Bufó Emmett, echando su cabeza hacia atrás al mismo tiempo que soltaba una carcajada. La expresión del resto no le acompañó. Emmett miró a todos antes de volver sus ojos seriamente hacia Edward. Entonces puso atención en mí, con sus ojos bien abiertos, -¿Bella?
Asentí lentamente mientras me anticipaba a su próxima pregunta, -¿Por que?
-Estaba...- me detuve, mis ojos se fijaron en Edward vigilando su expresión ante mis próximas palabras, -destrozada,- Su rostro demostró el dolor que me temía, lo cual me dificulto proseguir, -cuando te fuiste. Me hice amiga de Jacob Black. El me cuidó. Éramos buenos amigos. Hasta creo que había empezado a mejorar.
Continué con más lentitud, mientras mis ojos reflejaban el dolor que causaba recordar, -Pero entonces me dejó de hablar.
Me detuve ante el gruñido de Edward. -Me había lastimado dos veces y decidí que ya no me importaba,- Mis palabras se quebraron al final. Edward tomó mi mano y continué, -Charlie me amenazó con devolverme a Renee a menos que siguiera adelante.
Apreté mis ojos intentando detener las lágrimas que se agolpaban en ellos. De todas formas cayeron libremente, -No quería dejar Forks. No me permitía recordar tu nombre, pero tenia que quedarme. Quizás cambiarias de parecer. Quizás volverías. No podía irme, Edward. ¡No podía!-
-Shh...- susurró suavemente en mi cabello mientras se agacho hacia mi para besar mi frente.
-Así que pretendí seguir adelante,- suspiré, mi voz aun sonaba quebrada, -Decidí que me quedaría con la próxima persona que se ofreciera. Adivinen quien,- Dije con una sombría sonrisa, -Nunca podría amar a Mike, eso lo sabia entonces. Y lo se ahora. Creo que él también lo sabía. Pero no le importaba demasiado esa parte.
El pecho de Edward comenzó a temblar, -Fue la opción más fácil. Mantenía contento a Charlie y yo me quedaba en Forks. Mike estaba emocionado, obviamente, al principio me trataba decentemente. Nunca me golpeaba, eso vino cuando nos casamos...antes solo me había lastimado una vez.
-Aun así ¿Por que te casaste con él?- Me urgió Alice, sus ojos estaban cargados de preguntas.
-Yo...- me detuve, sabiendo de la verdadera razón. Allie. -Fue para satisfacer a Charlie. No quería amar a otra persona. Aun estaba enamorada de Edward. Atarme a alguien que no amaba era lo más sencillo. Podía seguir esperando y mantener a todos felices.
-Estas mintiendo,- Me acusó Edward inmediatamente. Mis ojos volaron hacia los de él. Me miraba duramente, esperando que continuara con la verdad. Creí que había mentido bastante bien, pero a pesar de todos los años que habían pasado, el me conocía demasiado bien. Temblé mientras me preparaba para la verdad.
-Nunca lo quise hacer, Edward,- Las lágrimas caían libremente de mis ojos. Sus brazos se entrelazaron protectoramente alrededor de mi cintura. Me giré para esconder mi rostro en su pecho, disfrutando de su aroma mientras podía. ¿Me dejaría cuando supiera lo de Allie? -El me forzó, luego de la graduación.-
Edward se tensó.
-¿El te violó?- La voz furiosa de Rosalie me tomó por sorpresa. De todos los que podían reaccionar de esa forma, ella era de la que menos lo hubiera esperado.
-Quedé embarazada,- fue un suave suspiro, pero supe que lo había oído. Todos permanecían en silencio. Miré a Edward a sus dorados ojos. Traté de mantener la postura. Mis rodillas se rindieron y me hubiera caído de no ser por que Edward me rodeaba con sus brazos. Sollocé incontrolablemente, todo a mí alrededor se desvanecía.
-Lo siento. Por favor Edward. ¡No te vallas! Lo siento,- las palabras sonaban estranguladas por los sollozos, -Te amo. Lo siento Edward.
-Bella, Bella,- susurró mi nombre en mi oído una y otra vez, mientras sus dedos acariciaban mi cabello. Mis sollozos cesaron hasta desaparecer. Solo entonces movió su mano hacia mi rostro, levantándolo, para así poder verme a los ojos -Vine para quedarme. Para siempre, Bella.
-¿Por que te estas disculpando?- El tono de la voz de Emmett era extrañó. Sonaba triste y confundido.
-Por que cree que es su culpa,- Respondió Rosalie antes que yo lo hiciera. Su voz sonaba firme. -Bella,- me habló directamente. Quizás por primera vez. Había pasado tanto tiempo que no podía recordarlo, -No es tu culpa.
-Fue mi decisión, Rosalie,- susurré, mientras mis ojos buscaban su rostro. Estaba enfadada, pero proseguí, -Yo elegí quedarme con alguien que no amaba. Tengo que aceptar el precio.
-¡Eso es ridículo!- Gruñó acercándose a mí. Edward se puso en medio de nosotras y le gruñó. Rosalie rodó sus ojos, -No seas estúpido, Edward. No voy a lastimarla. Solo quiero hacerle entender.
Hubo una silenciosa comunicación entre Edward y Rosalie, la cual duró pocos instantes. Entonces, Edward se apartó, pero en ningún momento dejo de vigilar a Rosalie. Me sorprendió que me dejara enfrentarme sola a ella. Una sensación de abandono se apoderó de mí antes de que Jasper volviera a tranquilizarme.
-Bella, Edward te contó lo que me sucedió ¿Verdad?- El tono de la voz de Rosalie comenzaba a suavizarse. Le miré sorprendida, pero asentí. Suspiró antes de continuar, -Me violaron y me golpearon hasta dejarme al borde de la muerte, Bella. Yo escogí estar con el hombre que me hizo eso antes de que sucediera.
Eso, no lo sabía. Se acercó unos pasos a mi, su voz sonaba con mas urgencia, -Tienes que entender, Bella. Tomas decisiones en tu vida. A veces son las correctas, a veces no, Mike no tiene razón de herirte. En ninguna forma. Esta demasiado equivocado en herirte.
-No tienes por que disculparte, Bella,- Habló Alice suavemente. -Mike debería ser el que se disculpe.
-Me puedo asegurar de eso,- Sonrió Emmett mientras tensaba los músculos de sus brazos.
-Ya he tratado eso,- Murmuró Edward. Mis ojos se clavaron en él y en la suave sonrisa que me daba, -No quiere que lastime a Mike. Por que, no puedo imaginármelo.
-Mike me lastima a mi,- Comencé, mi mirada se alejo de la de el instantáneamente, -Pero es maravilloso con Allie.
-¿Allie?- Se sorprendió Esme.
-Mi hija,- Expliqué, -Sabia que no me dejaría llamarla Alice. Le tiene odio a ustedes porque...bueno, por que lo quiero a todos. Así que tomé el principio del nombre de Alice y el final de del Rosalie para formar Allie. Parecía bastante conforme con él.
-Bella, puede lastimar a Allie también,- Me recordó Alice.
-El no lo haría,- Soné segura de lo que decía, pero parte de mi no creía mis palabras, -Le gusta lastimarme a mi. Sabe que si no fuera por Allie yo ya me habría ido. Trae dinero, paga las cuentas de la casa…Si me voy y peleamos por la custodia, el ganaría. Sin mi, podría lastimar a Allie.
-Pero Bella,- Comenzó Alice, pero le interrumpí.
-El necesita un saco para golpear,- Respondí. Edward resopló ante mis palabras, -Con gusto me presto para ello mientras que no le haga daño a Allie. Si estoy allí puedo protegerla.
-Bella,- Habló ahora Carlisle, con su voz tranquila, -Vas a irte lejos de Mike y vas a llevarte a Allie contigo.
-Pero yo,- Traté de explicar, pero Edward me interrumpió inmediatamente. En sus ojos pude ver una enorme sonrisa. Había leído los pensamientos de Carlisle.
-Quizás no puedas tu sola, pero nosotros nos aseguraremos de que puedas,- Habló Edward, ahora dirigiéndose a mi. Sus manos sostenían mi rostro gentilmente, mientras que con sus fríos pulgares acariciaba mi mejilla. -Tienes marcas que pueden probar que Mike ha abusado de ti. Tienes la posición económica para hacerte cargo de Allie. Nosotros podemos cuidar de las dos.
-Pero Allie en una casa de vampiros,- las cejas de Edward se fruncieron y continué rápidamente, -Sabes que no tengo problemas con los que son. Solo se que causó demasiados problemas y si a ello le sumamos una niña de tres años…
-Bella, confía en mi,- Sonrió Edward, -Si estoy bien contigo, estaré bien con Allie también.
Miré a sus ojos, me sentía desvanecer en sus pupilas doradas. Edward significaba todo para mi, y mas también. En el fondo, siempre temí que algún día Mike abusara de Allie, tal y como lo hacia conmigo. Finalmente la vi. La luz al final del túnel. Podía salir del infierno en el que me había metido. Podía salvar a Allie de un destino tan horrendo como el mío. Podía salvarnos a ambas de Mike. Podíamos ser felices.
-¿Edward?- Susurré suavemente, llegando a una decisión. Tan pronto como lo hice, mi corazón me decía que estaba en lo correcto.
-¿Si, Bella?- Me sonrió. Obviamente Alice había visto lo que iba a preguntarle, obviamente él había visto lo que ella vio. De todas formas se lo pregunté.
-¿Quieres conocerla?
-¡Bella!- exclamó Alice arrojándose literalmente sobre mi, abrazándome fuertemente. Sus brazos se cerraron en torno a los golpes frescos que Mike me había propiciado en la semana y me quejé. Edward gruño alarmado, pero para ese entonces Alice ya me había soltado. Me abracé a mi misma por la cintura, como si eso detuviera el punzante dolor en los costados de mi cuerpo. Traté de mantener normal la expresión de mi rostro. Pero no funcionó.
-Hola Alice,- Susurré. Sus ojos me miraban preocupadamente y luego fueron hacia los de Edward.
-Mike,- Fue todo lo que le dijo.
-¿Mike?- La voz de Alice tintineaba tal y como la recordaba, aun cargada de confusión. Sus ojos escanearon mi rostro tal y como Edward lo había echo antes en busca de algo, -¿Qué tiene que ver Mike?
-El la golpeó,- las palabras salieron junto con un fuerte gruñido.
-¿Qué?- Rugió la voz de Emmett mientras aparecía atravesando la puerta principal, haciéndola añicos.
Aparentemente todos los habitantes de la casa habían escuchado nuestra conversación, ya que el resto de los Cullen aparecieron tras Emmett. Esme dio una leve mirada a lo que quedaba en pie de la puerta. Las expresiones de todos denotaban furia, hasta la de Rosalie. Hasta Esme. Era extraño ver a una mujer tan cariñosa con esa terrorífica expresión de furia. Temblé ante sus rostros, aunque sabía que su bronca no iba dirigida hacia mí.
Mi temor no perduró. Jasper manejó la situación y me sentí agradecida por ello, aunque la mayoría de los Cullen le lanzaron una mirada molesta; querían sentirse de esa forma. Yo, por mi parte, le sonreí en agradecimiento. Sabía que su intención no era bloquear la furia de los demás, si no evitar que me sintiera aun más miserable.
-¿Por qué? ¿Por que se acercó tanto?- La vos de Alice sonaba alarmada y curiosa. No era propio de ella. Entonces me di cuenta de que no había estado mirando a mi futuro el tiempo que permanecieron fuera de Forks.
-Se casó con él,- La voz de Edward cargaba una pena que me partió el corazón.
-Ni tu te la crees,- Bufó Emmett, echando su cabeza hacia atrás al mismo tiempo que soltaba una carcajada. La expresión del resto no le acompañó. Emmett miró a todos antes de volver sus ojos seriamente hacia Edward. Entonces puso atención en mí, con sus ojos bien abiertos, -¿Bella?
Asentí lentamente mientras me anticipaba a su próxima pregunta, -¿Por que?
-Estaba...- me detuve, mis ojos se fijaron en Edward vigilando su expresión ante mis próximas palabras, -destrozada,- Su rostro demostró el dolor que me temía, lo cual me dificulto proseguir, -cuando te fuiste. Me hice amiga de Jacob Black. El me cuidó. Éramos buenos amigos. Hasta creo que había empezado a mejorar.
Continué con más lentitud, mientras mis ojos reflejaban el dolor que causaba recordar, -Pero entonces me dejó de hablar.
Me detuve ante el gruñido de Edward. -Me había lastimado dos veces y decidí que ya no me importaba,- Mis palabras se quebraron al final. Edward tomó mi mano y continué, -Charlie me amenazó con devolverme a Renee a menos que siguiera adelante.
Apreté mis ojos intentando detener las lágrimas que se agolpaban en ellos. De todas formas cayeron libremente, -No quería dejar Forks. No me permitía recordar tu nombre, pero tenia que quedarme. Quizás cambiarias de parecer. Quizás volverías. No podía irme, Edward. ¡No podía!-
-Shh...- susurró suavemente en mi cabello mientras se agacho hacia mi para besar mi frente.
-Así que pretendí seguir adelante,- suspiré, mi voz aun sonaba quebrada, -Decidí que me quedaría con la próxima persona que se ofreciera. Adivinen quien,- Dije con una sombría sonrisa, -Nunca podría amar a Mike, eso lo sabia entonces. Y lo se ahora. Creo que él también lo sabía. Pero no le importaba demasiado esa parte.
El pecho de Edward comenzó a temblar, -Fue la opción más fácil. Mantenía contento a Charlie y yo me quedaba en Forks. Mike estaba emocionado, obviamente, al principio me trataba decentemente. Nunca me golpeaba, eso vino cuando nos casamos...antes solo me había lastimado una vez.
-Aun así ¿Por que te casaste con él?- Me urgió Alice, sus ojos estaban cargados de preguntas.
-Yo...- me detuve, sabiendo de la verdadera razón. Allie. -Fue para satisfacer a Charlie. No quería amar a otra persona. Aun estaba enamorada de Edward. Atarme a alguien que no amaba era lo más sencillo. Podía seguir esperando y mantener a todos felices.
-Estas mintiendo,- Me acusó Edward inmediatamente. Mis ojos volaron hacia los de él. Me miraba duramente, esperando que continuara con la verdad. Creí que había mentido bastante bien, pero a pesar de todos los años que habían pasado, el me conocía demasiado bien. Temblé mientras me preparaba para la verdad.
-Nunca lo quise hacer, Edward,- Las lágrimas caían libremente de mis ojos. Sus brazos se entrelazaron protectoramente alrededor de mi cintura. Me giré para esconder mi rostro en su pecho, disfrutando de su aroma mientras podía. ¿Me dejaría cuando supiera lo de Allie? -El me forzó, luego de la graduación.-
Edward se tensó.
-¿El te violó?- La voz furiosa de Rosalie me tomó por sorpresa. De todos los que podían reaccionar de esa forma, ella era de la que menos lo hubiera esperado.
-Quedé embarazada,- fue un suave suspiro, pero supe que lo había oído. Todos permanecían en silencio. Miré a Edward a sus dorados ojos. Traté de mantener la postura. Mis rodillas se rindieron y me hubiera caído de no ser por que Edward me rodeaba con sus brazos. Sollocé incontrolablemente, todo a mí alrededor se desvanecía.
-Lo siento. Por favor Edward. ¡No te vallas! Lo siento,- las palabras sonaban estranguladas por los sollozos, -Te amo. Lo siento Edward.
-Bella, Bella,- susurró mi nombre en mi oído una y otra vez, mientras sus dedos acariciaban mi cabello. Mis sollozos cesaron hasta desaparecer. Solo entonces movió su mano hacia mi rostro, levantándolo, para así poder verme a los ojos -Vine para quedarme. Para siempre, Bella.
-¿Por que te estas disculpando?- El tono de la voz de Emmett era extrañó. Sonaba triste y confundido.
-Por que cree que es su culpa,- Respondió Rosalie antes que yo lo hiciera. Su voz sonaba firme. -Bella,- me habló directamente. Quizás por primera vez. Había pasado tanto tiempo que no podía recordarlo, -No es tu culpa.
-Fue mi decisión, Rosalie,- susurré, mientras mis ojos buscaban su rostro. Estaba enfadada, pero proseguí, -Yo elegí quedarme con alguien que no amaba. Tengo que aceptar el precio.
-¡Eso es ridículo!- Gruñó acercándose a mí. Edward se puso en medio de nosotras y le gruñó. Rosalie rodó sus ojos, -No seas estúpido, Edward. No voy a lastimarla. Solo quiero hacerle entender.
Hubo una silenciosa comunicación entre Edward y Rosalie, la cual duró pocos instantes. Entonces, Edward se apartó, pero en ningún momento dejo de vigilar a Rosalie. Me sorprendió que me dejara enfrentarme sola a ella. Una sensación de abandono se apoderó de mí antes de que Jasper volviera a tranquilizarme.
-Bella, Edward te contó lo que me sucedió ¿Verdad?- El tono de la voz de Rosalie comenzaba a suavizarse. Le miré sorprendida, pero asentí. Suspiró antes de continuar, -Me violaron y me golpearon hasta dejarme al borde de la muerte, Bella. Yo escogí estar con el hombre que me hizo eso antes de que sucediera.
Eso, no lo sabía. Se acercó unos pasos a mi, su voz sonaba con mas urgencia, -Tienes que entender, Bella. Tomas decisiones en tu vida. A veces son las correctas, a veces no, Mike no tiene razón de herirte. En ninguna forma. Esta demasiado equivocado en herirte.
-No tienes por que disculparte, Bella,- Habló Alice suavemente. -Mike debería ser el que se disculpe.
-Me puedo asegurar de eso,- Sonrió Emmett mientras tensaba los músculos de sus brazos.
-Ya he tratado eso,- Murmuró Edward. Mis ojos se clavaron en él y en la suave sonrisa que me daba, -No quiere que lastime a Mike. Por que, no puedo imaginármelo.
-Mike me lastima a mi,- Comencé, mi mirada se alejo de la de el instantáneamente, -Pero es maravilloso con Allie.
-¿Allie?- Se sorprendió Esme.
-Mi hija,- Expliqué, -Sabia que no me dejaría llamarla Alice. Le tiene odio a ustedes porque...bueno, por que lo quiero a todos. Así que tomé el principio del nombre de Alice y el final de del Rosalie para formar Allie. Parecía bastante conforme con él.
-Bella, puede lastimar a Allie también,- Me recordó Alice.
-El no lo haría,- Soné segura de lo que decía, pero parte de mi no creía mis palabras, -Le gusta lastimarme a mi. Sabe que si no fuera por Allie yo ya me habría ido. Trae dinero, paga las cuentas de la casa…Si me voy y peleamos por la custodia, el ganaría. Sin mi, podría lastimar a Allie.
-Pero Bella,- Comenzó Alice, pero le interrumpí.
-El necesita un saco para golpear,- Respondí. Edward resopló ante mis palabras, -Con gusto me presto para ello mientras que no le haga daño a Allie. Si estoy allí puedo protegerla.
-Bella,- Habló ahora Carlisle, con su voz tranquila, -Vas a irte lejos de Mike y vas a llevarte a Allie contigo.
-Pero yo,- Traté de explicar, pero Edward me interrumpió inmediatamente. En sus ojos pude ver una enorme sonrisa. Había leído los pensamientos de Carlisle.
-Quizás no puedas tu sola, pero nosotros nos aseguraremos de que puedas,- Habló Edward, ahora dirigiéndose a mi. Sus manos sostenían mi rostro gentilmente, mientras que con sus fríos pulgares acariciaba mi mejilla. -Tienes marcas que pueden probar que Mike ha abusado de ti. Tienes la posición económica para hacerte cargo de Allie. Nosotros podemos cuidar de las dos.
-Pero Allie en una casa de vampiros,- las cejas de Edward se fruncieron y continué rápidamente, -Sabes que no tengo problemas con los que son. Solo se que causó demasiados problemas y si a ello le sumamos una niña de tres años…
-Bella, confía en mi,- Sonrió Edward, -Si estoy bien contigo, estaré bien con Allie también.
Miré a sus ojos, me sentía desvanecer en sus pupilas doradas. Edward significaba todo para mi, y mas también. En el fondo, siempre temí que algún día Mike abusara de Allie, tal y como lo hacia conmigo. Finalmente la vi. La luz al final del túnel. Podía salir del infierno en el que me había metido. Podía salvar a Allie de un destino tan horrendo como el mío. Podía salvarnos a ambas de Mike. Podíamos ser felices.
-¿Edward?- Susurré suavemente, llegando a una decisión. Tan pronto como lo hice, mi corazón me decía que estaba en lo correcto.
-¿Si, Bella?- Me sonrió. Obviamente Alice había visto lo que iba a preguntarle, obviamente él había visto lo que ella vio. De todas formas se lo pregunté.
-¿Quieres conocerla?
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