Bueno en primer lugar me gustaría decirles que todo lo que se vaya a publicar en este blog son FanFics de crepúsculo, todos los personajes, espacios y demás cosas que aparezcan en cualquier libro de la saga son propiedad de Stephenie Meyer.
Los FanFics de crepúsculo no son de nuestra propiedad (Guadalupe Vulturi y Daniela Cullen) cada uno tiene su respectivo autor, y esta señalado en la descripción de cada FanFic. Tengan en cuenta que cualquiera de esos FanFics también se pueden encontrar en FanFiction.net u otro blog mientras tengan permiso de su autor.
Fuera de eso, no tengo nada más que decirles aparte de que disfruten su lectura.

Venganza, dulce venganza

Me senté en la cama y cerré mis manos en puños tratando de mitigar mi enojo, podía intentar convencer a Edward de viajar a Hawái y buscar a Alice, pero eso era casi imposible, nunca aceptaría hacerlo, porque? Simple, porque yo se lo pediría.
Parecía que el idiota todavía no se daba cuenta de la magnitud del problema
-No cariño… no… como puedes pensar eso?... está bien… si… estaré ahí- dijo al teléfono
No era difícil deducir que estaba hablando con una de sus putas, con quien más si no, por dios! Era Edward Cullen, el hombre más idiota que se creía la gran cosa y en verdad era una autentica mierda, sonreí a mis pensamientos.
Después de esperar alrededor de treinta y cinco minutos cortó la llamada y me dirigió una mirada rara, ahora en que mierda me había metido ese tonto
-Bella cariño- comenzó con voz dulce
Hice un gesto de asco
-Ahórrate los cumplidos Cullen y dime qué quieres- le dije enojada, interrumpiéndolo
-Nos vamos a un antro
Lo mire incrédula, en verdad creía que me iba a ordenar y yo iba a obedecer como todas sus zorras?
-Y que te hace pensar que me voy a mover de este lugar?- inquirí
-Bueno, es una deducción- contesto con tono casual- a menos que quieras que repita el viaje que tuvimos para llegar hasta aquí
-Ni se te ocurra- le amenace señalándolo con mi dedo índice
-Eso depende de ti linda
Hice otra mueca al escucharlo llamarme de ese modo, asco! Ya imagino a cuantas idiotas les habrá dicho eso.
Decidí hacerle todo más difícil y me negué a moverme de mi lugar, soltó un suspiro y me tomo en brazos para cargarme del mismo modo en que había hecho para traerme hasta aquí, no se imaginaba lo que le costaría esto
Camino hasta el elevador y estaba un chico muy guapo dentro, era rubio, de ojos azul brillante y una sonrisa coqueta, sonreí
-Ayuda!- grité- me secuestran! Por favor! Ayuda! Alguien que me ayude!
-Cállate- mascullo Edward- que diablos haces?
-La venganza es dulce- susurre en su oído
Me di cuenta que el chico rubio ya caminaba hasta nosotros sin que Edward se percatara de ello, me sonrió cuando paso a mi lado y se paró frente a Edward
-Déjala- dijo con voz fría
Edward se sorprendió y enojo por el tono de voz con el que le hablo el chico guapo
-La conoces? Dame una buena razón por la que deba hacerlo- espeto
El chico apretó los puños y se volvió a verme, lo mire suplicante y con los labios articule un "ayúdame", se volvió enojado hacia Edward y le soltó un golpe en la cara, se sorprendió pero unos segundos más tarde el chico rubio tenía un golpe en el ojo.
Edward aprovecho eso y me arrastro hasta el elevador, me preocupe por el chico pero cuando me volví a mirar a Edward y lo vi sobando su cara no pude evitar estallar en una sonora carcajada, eso lo enseñaría a no meterse conmigo
Swan: 2 Cullen: 1
Edward me miro lanzándome dagas con los ojos, me habría matado si hubiera podido, estoy segura, pero se lo merecía, nunca debió de haberme tratado de ese modo
-Eso te enseñara a no meterte conmigo Cullen- dije con una mirada furiosa- yo no soy el juguete de nadie
Y con eso me silencie y lo ignore lo mejor que pude
Nos subimos a su Volvo plateado, pero… nos fue imposible ir en él, ya que Edward no podía manejar estando esposado conmigo, terminamos en un taxi, bufé, es que algo peor podría pasar? El tipo del taxi me lanzaba miradas lascivas, era asqueroso, podría ser mi padre! Cuando aparco frente al antro salí del auto arrastrando a Edward.
Observe el antro frente a mí, la pasaría bien hoy, estaba segura de eso, creo que estar aquí nos traería diversión, conocía el lugar a la perfección, aquí veníamos Alice y yo cada semana y éramos conocidas por todos, no sería difícil entrar.
Me encamine hacia la entrada, cuando sentí una presión en mi mano izquierda, al parecer nunca me iba a acostumbrara a estar esposada.
Me volví a ver a Edward enarcando una ceja
-No piensas entrar?
-Espero a alguien- respondió con indiferencia
Suspire, tendría que buscar alguien con quien entrar, para poder divertirme, ya que si Edward tenia pareja yo no me podría divertir molestándolo. Divise un guapo chico rubio de ojos color gris que estaba buenísimo. Me miro y le sonreí sensualmente.
Se acerco a mi lado sonriendo, bien, ya tenía con quien pasar la noche.
-Hola linda- me saludo besando mi mejilla
-Hola- salude sonriendo
-Vienes sola? Tal vez me podrías hacer el honor de acompañarme esta noche
Mi sonrisa se amplió
-No te importa que sea una cita doble? Vengo con… un amigo
Su marida se dirigió a Edward que estaba a mi lado, sonrió
-Para nada
Comenzamos a hablar de idioteces sin sentido mientras esperábamos a la puta que estaría con Cullen esta noche, después de quince minutos se acerco una chica rubia y se lanzo a besar a Edward.
-Ella es Tanya- nos presento Edward
-Soy Bella- la salude con un movimiento de cabeza
-Alex, mucho gusto- dijo Alex a mi lado
Entramos al antro juntos. Alex mantenía un brazo rodeando mi cintura y Tanya se colgaba del cuello de Edward y lamentablemente tendríamos que estar los cuatro juntos porque las tontas esposas nos obligaban a que fuera de ese modo. Edward nos ignoraba y se dedicaba a besar a Tanya, bueno, por mi mejor.
Para mi gran vergüenza Alex me pregunto porque estabamos esposados Edward y yo, tuve que contarle toda la historia, cómo mi traicionera amiga me había hecho esto, por alguna razón el me daba confianza, se rió cuando escucho la historia.
Platicamos mucho tiempo, definitivamente este chico me agradaba, si algún día terminaba con Jacob lo buscaría a él, tome demasiado whisky y después del octavo vaso sentí que mi cuerpo se movía por sí solo, así que solo me dejé llevar, esperaba no hacer ninguna tontería...
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