Bueno en primer lugar me gustaría decirles que todo lo que se vaya a publicar en este blog son FanFics de crepúsculo, todos los personajes, espacios y demás cosas que aparezcan en cualquier libro de la saga son propiedad de Stephenie Meyer.
Los FanFics de crepúsculo no son de nuestra propiedad (Guadalupe Vulturi y Daniela Cullen) cada uno tiene su respectivo autor, y esta señalado en la descripción de cada FanFic. Tengan en cuenta que cualquiera de esos FanFics también se pueden encontrar en FanFiction.net u otro blog mientras tengan permiso de su autor.
Fuera de eso, no tengo nada más que decirles aparte de que disfruten su lectura.

Segundos

Edward POV
-¡No!- Rugí, luchando contra Emmett y Jasper. Había accedido a dejar a Bella, a pedido de Alice, había vuelto al bosque para esperar que ocurriera lo peor. Alice me había jurado que nada le ocurriría a Bella mientras estuviera lejos de la casa. Debí de haberme percatado de la nube en su mente, de que trataba de bloquear ciertos pensamientos de mi. Cuando me adentré entre los árboles, estaba esperándome, junto con Jasper y Emmett.
Ella me sonrió disculpándose, -Vi que ibas a ponerte difícil.
Tenía razón.
Todo paso tan rápido que, aun con mi velocidad y desarrollados sentidos, casi podía seguir el hilo de la situación. Los sollozos de Bella llegaron a mis oídos, sonando desgarrados. Mi cuerpo respondió instintivamente, luchando para volver hacia la casa. Alice se puso en mi camino, habiendo predicho mi reacción. Jasper y Emmett me tomaron de los brazos, y me detuvieron.
-¡No!- Grité, luchando contra mis opresores, -Va a lastimarla ¿Verdad?- Mis ojos le lanzaron una mirada furiosa a Alice, -¡Me sacaste de allí sabiendo que iba a lastimarla! Vas a dejar que-
Una pálida mano voló y se estrelló contra mi mejilla. Mi cabeza se volvió hacia un lado, por la fuerza del golpe, mis ojos se abrieron de golpe ante el shock. Me volví lentamente a mirar a Alice. Su respiración era pesada – su habitual expresión de alegría había sido reemplazada por una furia que nunca antes había visto.
-Como te atreves,- Respiró. Yo dejé de forcejear, incapaz de no hacer otra cosa que dejarme invadir por el pánico. -Bella me importa, Edward. ¡Deberías saberlo! Nunca podría, jamás haría algo para lastimarla.
-Alice-
-Estoy haciendo esto por ella, Edward- Me interrumpió Alice, -No estoy preocupada por ti. Se que son solo humanos. Se que puedes con ellos. Te arrestarían y te escaparías. Entonces tendríamos que huir y escondernos. ¡Solo harás mas difícil protegerla!
-Alice- Traté nuevamente, pero ella no había terminado.
-Aun así piensas que quiero lastimarla. No entiendes que esto es lo mejor. Duele ahora, es difícil ahora...pero es lo mejor.
-Alice,- Hablé mas alto, -Iba a disculparme. Sobreactué. Tienes razón. Estuve mal en decirte eso.
-Edward,- Su voz volvió a tener el mismo suave tono de siempre, -Sabía que ibas a disculparte. También se que vas a descontrolarte en treinta segundos. Estoy tratando de prevenir eso.
-¿Esta funcionando?
-No,- Respondió, su voz sonaba frustrada.
Entonces comencé a darme cuenta de cuanto le afectaba a Alice toda esta situación. Normalmente era una persona feliz. Eran extrañas las ocasiones en que gritaba o se enfadaba. En los últimos dos minutos había pasado por ambas. Estaba tan molesta como el resto de nosotros, solo que esta vez no pudo esconderlo.
-Trataré de estar tranquilo,- Era una promesa que sabia que no cumpliría. Luego de sus palabras, estaba al límite, esperando que esos treinta segundos pasaran. Me tensé. Alice me miraba expectante. No faltaría mucho.
-¡GOLPEAME!- Escuché el desgarrador grito de Bella desde la casa. Mi mente se quedó en blanco, y nuevamente, traté de seguir su voz. Jasper y Emmett casi fueron arrastrados hacia el suelo cuando me adelanté de un brusco movimiento. No tuve suerte, ellos pudieron controlarme.
-¡Edward!- Gritó Alice, aun parada frente a mí. -¡Edward, no lo hará! No va a golpearla, te lo juro. ¡Tranquilízate!
-¿Por que?- Gruñí, aun revolviéndome a pesar de la promesa de Alice, -¿Por que le pide eso?
-Quiere que la marque,- Su voz se endureció, -Quiere tener algo con que poder probarle a la trabajadora social que Mike es el que abusa de ella. Mike sabe exactamente lo que Bella quiere…por eso no va a lastimarla.
-Esta tomándole un gran esfuerzo al no hacerlo,- Murmuró Jasper, -Puedo sentirlo desde aquí.
-Pero no lo hará,- Dijo Alice nuevamente, tratando de asegurármelo. -Edward, Bella esta pasando por un terrible sufrimiento ahora, pero nuestra presencia no ayudara en nada. Te lo prometo, ni bien podamos, nos acercaremos a ella. Tienes que quedarte aquí.
-¿Dirías lo mismo si Jasper estuviera en el lugar de Bella?- Lancé.
-Seria duro,- Razonó Alice, sonando insegura, -Pero si es para lo mejor…si viera que es para lo mejor…
-¡Suéltame!- La voz de Bella resonaba con más fuerza. La estaban sacando fuera de la casa. Podía verla desde donde estábamos escondidos, luchando desesperadamente contra los oficiales que la arrastraban fuera de la casa. Su rostro estaba bañado en lágrimas, -¡Allie! ¡Allie, no te dejaré! ¡OH dios! ¡Suéltenme! ¡Detenme IR!
-Alice,- Gruñí al llamarla, -Voy a arrancarle el brazo a Jasper. Puedes ver eso ¿Verdad?
-Edward,- Suspiró Alice. Observo por unos instantes mientras los policías subían a sus vehículos y se marchaban. -Ve.
Mis brazos fueron liberados y salí corriendo en ese instante. No recordaba cuando había corrido a tal velocidad. Envolvía Bella con mis brazos, apretándola fuertemente contra mi pecho. Su cuerpo temblaba con cada sollozo, destrozando mi corazón. -OH, Bella,- Suspiré contra su cabello, acariciando su cabeza con mis labios, -Bella, lo siento tanto.
-Lleva...- Sus palabras sonaban ahogadas, -Llévame a casa.
No le pregunté, solo la alcé en mis brazos. Sabia donde quería ir, la casa a la que se refería. Me puse de pie lentamente, cargándola cerca de mi pecho. Salí hacia la casa, corriendo a través de los árboles. Alice, Jasper y Emmett se había ido. La esencia de Bella me envolvía, incrementada con sus lágrimas. No pasó mucho tiempo hasta que llegamos a la casa. Alice corrió hacia nosotros.
-¡Bella!- Sus ojos y voz estaban llenos de preocupación, -OH, Bella. Lo siento tanto.
-Basta,- Murmuró Bella, presionando su rostro contra mi pecho. Le miré con preocupación. -Dejen de disculparse. Es mi culpa. Todo es mi culpa.
-¡Nada des esto es tu culpa!- Rosalie salió corriendo desde dentro de la casa, sus ojos brillaban con una furia que nunca antes había visto. -¡Esto es su culpa! ¡Voy a matarlo! ¡Voy a deshacerme de ese maldito problema de una buena vez!
-Si, Rosalie, eso será de gran ayuda,- Lanzo Alice ácidamente. Su furia era tan extraña en ella. -Mata a Mike. Justo después de que Bella haya sido sacada de la casa gritando por Allie. No sospecharan de ella.
-¿Tienes un mejor plan?- Le retó Rosalie.
-Yo...- Alice suspiró, bajando su mirada, -Bella.
-¿Si, Alice?- Sus voz tembló y la acerqué aun mas a mi cuerpo, tratando de ofrecerle alivio.
-Huyamos.
-¿Que?- Mí cabeza se dio vuelta de golpe. Alice había ocultado esta idea de mí.
-Vayamos por Allie y huyamos,- Continuó Alice, -Asesinémosle si quieren, no me importa. Si podemos huir, no importara. Nos buscaran por secuestro ¿Por que no añadir homicidio a la lista?
-¿Huir?- La voz de Bella sonaba esperanzada. Solo podía rogar por que aceptara esta idea. -¿Pero a donde?
-Denali, en principio,- Murmuró Alice, -Es remoto. No nos buscaran allí. Después nos la arreglaremos, con el poder de Edward de leer las mentes, y mis predicciones, no podrán encontrarnos.
Tenía razón. Seria casi imposible que nos encontraran. Aun así…había muchas preocupaciones. La educación de Allie, por empezar.
-Yo le enseñaré a Allie en la casa,- Dijo Esme desde las escaleras, reí en silencio. Y yo que creía que era el único que podía leer las mentes…-No tendrás que preocuparte por su educación.-
Bella me miró, con duda en sus ojos. Suspiré y traté de sonreír gustosamente, -Esperábamos hacer las cosas de otra forma, para que no tuvieras que escapar de todo…pero esta parece ser la única opción que tenemos. Si lo quieres, es lo que haremos.
Ella asintió. Mi corazón se derritió.
-¡Entonces listo!- Aplaudió Alice. -¡empaquemos y vallamos por Allie!
Todos corrieron inmediatamente a empacar. Bella, dio unos pocos y temblorosos pasos hacia el sofá.
-¿Bella, quieres que te lleve hasta arriba mientras empaco?- Pregunté mientras se dejaba caer sobre el sofá.
-No,- Se sentó. Asentí rápidamente y me volví para comenzar a empacar, -¿Edward?
-¿Si?
-Podrías...- Miró hacia el almohadón que había a su lado. Caminé hacia allí antes de que hubiera terminado su oración, -¿Podrías sentarte conmigo, solo unos instantes?
-Bella,- Susurré su hermoso nombre en su oído, acercándola a mi, -Estaré contigo cuanto tiempo quieras.
-¿Como pudo suceder todo esto?- Suspiró.
-Bella,- Susurré su nombre, acariciando suavemente su espalda, -Lo siento. Lo decidió repentinamente...Alice no tuvo tiempo de advertirnos. Dio vueltas las cosas con demasiada velocidad. A decir verdad, no creí que tenía tanta habilidad.
-A mi también me sorprendió. Nunca pensé que fuera tan…listo.
-No dejare que te lastime, Bella,- Continué susurrando. -Cuando estés lista, iremos empacar nuestras maletas. Podemos ir a tu casa y sacar a Allie de-
OH Dios.
Escuché los pensamientos de Alice. Siguiendo su mente, me dejé envolver en su visión.
-¡Papi!- Gritó Allie, golpeando con fuerza la puerta, tratando de salir de su habitación. El le había dicho que estuviera quieta, tranquila, pero sabia que la gente se había ido. Sabía que era lo que estaba sucediendo.
Podía oír el ruido del agua llenándola bañadera, así que Mike debería estar en la planta alta de la casa. ¿Por qué no le respondía ¿Por que no le abría la puerta? Ella esperó, desesperadamente golpeando con sus puñitos la puerta de madera. Pronto, unos pesados pasos resonaron en el suelo del pasillo y el suave clic de la cerradura de su habitación le dijeron que era libre. La puerta se abrió.
-Allie, bebe,- Canturreó Mike, agachándose para alzarla en sus brazos. La cargó en sus brazos, mirándola con una sonrisa que no se reflejaba en sus ojos, -¿Qué tal si te damos chocolate caliente para que te duermas?
-Pero papi, no estoy cansada. Quiero a ma-
-Te lo dije Allie,- El besó su frente rudamente y comenzó a bajar las escaleras, -No tienes mama.
Allie tenia lágrimas a punto de desbordar de sus ojos mientras abrazó su mantilla fuertemente contra su pecho, tratando de perderse en el consuelo que le daba. Mike la sentó en una silla frente a la mesa y se volteó hacia la cocina para hacer el chocolate caliente. Allie esperó silenciosamente.
-Vamos a ser una familia feliz, Allie- Mike le aseguró mientras ponía agua caliente en una taza. Ella le miró asustada.
-Papi, quiero a mami.
-¡No tienes mama!- Lanzó, volteándose hacia ella con furia en sus ojos. Trató de componerse, trató de relajar la furiosa expresión de su rostro, -Solo seremos tu y yo a partir de ahora.
-Quiero a Edward.
La taza cayó al suelo.
-¿Que?
-Quiero a Edward,- Allie murmuró, su voz temblaba de miedo.
-Tal como tu madre,- Lanzó Mike, -Edward es un hombre malo.
-¡Mami ama a Edward!- Gritó Allie, su voz sonaba con más firmeza. -¡Yo quiero a Edward! ¡Tu eres un hombre malo!
La mano de Mike voló por el aire, cruzando furiosamente la mejilla de Allie. Su cabeza se giró hacia un lado, la silla se tambaleó ante el impacto, la madera resonó contra el suelo y Allie rodó, separándose de su mantita. Allie se volteó mirando a Mike con terror en sus ojitos.
-¡Trate de ser bueno, Allie!- Rugió. Allie se removió en el suelo, tratando de alejarse de Mike. Era muy pequeña, demasiado lenta. Mike la sujetó toscamente por el brazo, arrastrándola por la habitación. Allie pataleaba, tratando de liberarse. -Podíamos haberla lastimado juntos. Traté de ser bueno.
-¡Papi!- Gritó Allie, -¡Papi, duele!
Ahora estaban en el primer piso. El la arrastró hacia el baño y se cayó al frío suelo de cerámica. Allie se arrastró, tratando de esconderse en una de las esquinas del baño. En algún lugar, donde fuera, esperando que Mike no pudiera alcanzarla.
Pero lo hizo.
Tomó su cabeza y la metió en la bañadera. Allie luchó para zafarse, sus manos aferrándose a las de él. Sus gritos se ahogaron entre burbujas, mientras que Mike le gritaba un sinfín de obscenidades. -¡Esto es su culpa, Allie! ¡Tu mami te hizo esto! ¡Todo es su culpa! La odio. La odio. ¡TE ODIO!
Sus movimientos cesaron.
Sus manos se soltaron de él.
Nada.
Nada.
Se había ido.
La habitación apareció a mi alrededor y me puse de pié de un salto. Alcé a Bella en brazos y me volteé a ver a Alice, quien estaba en las escaleras, -¿Hace cuanto?
¡Ve!
El camino hacia la casa de Bella se había nublado. La velocidad con la que corrí hacia ella antes no era nada comparado con esta. Me dolía el cuerpo debido a la fuerza que hacia por correr lo mas aprisa que podía. Me empujaba, desesperadamente rogando llegar hacia Allie antes de que lo peor sucediera.
Mis ojos se posaron un segundo en Charlie, le escuche gritarnos palabras que no tenían sentido para mi en esos momentos. Dejé a Bella en el suelo y de una patada saque la puerta de lugar. Charlie nos seguía. Tenia que tener algo en mente si...si…
No.
Una silla caída en la cocina.
No.
Una taza en el suelo, agua por todos lados.
¡No!
Una mantilla olvidada.
¡NO!
Empujé a Bella escaleras arriba, aun consciente de su delicada existencia…aun en mi estado actual. Ella se dirigía hacia la habitación de Allie, pero le guié hacia el baño. El lugar donde sabía que estaría Allie ahora.
Abrí la puerta y Bella reaccionó instantáneamente.
Lanzó todo el aire en un grito ahogado. Sus manos temblaron, alzándose hacia su pelo. Sus ojos se agrandaron cuando cayó en cuenta de la escena que yo había visto minutos antes. Se dejó caer al suelo de rodillas, lanzando un angustiado grito. -¡ALLIE!
Miré a través de la puerta.
No.
No. No, no.
¡NO!

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