Bueno en primer lugar me gustaría decirles que todo lo que se vaya a publicar en este blog son FanFics de crepúsculo, todos los personajes, espacios y demás cosas que aparezcan en cualquier libro de la saga son propiedad de Stephenie Meyer.
Los FanFics de crepúsculo no son de nuestra propiedad (Guadalupe Vulturi y Daniela Cullen) cada uno tiene su respectivo autor, y esta señalado en la descripción de cada FanFic. Tengan en cuenta que cualquiera de esos FanFics también se pueden encontrar en FanFiction.net u otro blog mientras tengan permiso de su autor.
Fuera de eso, no tengo nada más que decirles aparte de que disfruten su lectura.

Perfecto

- Edward POV -
Miré a Allie mientras dormía placidamente en mis brazos, mi envejecido corazón palpitaba rebozante de amor. Amor paternal. Era una sensación increíble sentir su pequeño cuerpo acurrucado en mis brazos. Se sentía como si esta fuera la forma en que las cosas deberían ser. Me agaché, y cuidadosamente bese su frente. Sus pensamientos eran un revoltijo de sueños. Tranquilos, eran aquellos tipos de sueños que solo los niños podían tener.
-No se parece en nada a Mike ¿verdad?- Preguntó Alice. Podía escuchar la sonrisa en su voz, pero no quería apartar mis ojos de Allie.
-No,- Suspiré. Mi tono de voz era demasiado bajo como para molestar a Bella o a Allie, pero sabia que Alice podía oírme, -En lo absoluto. Cada facción es de Bella.
-No puedo creer que Bella tenga una hija,- Susurró Alice. Mis ojos se volvieron hacia el ángel que dormía a mi lado.
Su cabeza estaba apoyada sobre mi brazo, y sus ojos cerrados en un placido sueño. Su rostro era tan suave y delicado, que las marcas de los golpes apenas se notaban. Un gruñido comenzó a formarse en el centro de mi pecho. Podía matar a Mike por lo que había hecho. A decir verdad, lo haría. Si no fuera por Allie lo mataría antes de que pudiera darse cuenta de que estaba en la misma habitación que el. Entonces podríamos irnos. Allie, Bella, mi familia y yo. Podía hacerlas felices. Iba a hacerlas felices.
-Me alegra que así sea,- Susurré, volviendo mi vista hacia Allie. -Complica un poco mas las cosas para Bella, pero Allie es…
-Lo se,- Susurró Alice, manteniendo el mismo tono de voz. En vano eran nuestros esfuerzos, ambas dormían tan profundamente que el volumen normal de nuestras voces ni las despertarían, -Ella siempre esta para Bella. Es la única alegría que ella ha tenido en estos cuatro años.
Me sorprendí. Era verdad. Había dejado a Bella sufrir cuatros años de dolor.
-Nunca me podré perdonar lo que le hice,- Mi voz se quebró.
-No lo necesitas. Tú no eres el que tiene que perdonar. Es ella.
-Lo se.
-Y después de hoy, tienes que saber que te ha perdonado,- Alice me sonrió.
-No lo se,- Susurré encontrándome con los ojos de Alice. -No se como podría perdonarme después de todo esto. Ha sido lastimada por mi, por Jacob, golpeada por Mike...todo por que me fui.
-Por favor, Edward,- El tono de la voz de Alice se volvió duro, -No te culpes a ti mismo por los errores de Jacob y de Mike. Te fuiste para protegerla, aunque solo sirvió para lastimarla más. Ella puede perdonare por eso. Fue decisión de Jacob de dejarla. No podías hacer nada para evitarlo.
-Podría haberme quedado,- Murmuré.
-Si, podrías. Pero eso no le da el derecho a Mike de golpearla,- Continuó, -Y eso tampoco lo hace tu culpa.
-Vas a despertarlas Alice,- Susurré. Su tono de voz había ido en aumento en un intento de convencerme. Aunque eran en vano sus esfuerzos, se lo agradecía. -Me conoces Alice. No me lo perdonare jamás. Pero si Bella me perdona...
-Te perdono,- Su melódica voz sonó en un suspiró.
-¿Te despertamos?- Pregunté, lanzándole una mirada a Alice, quien sonrió y volvió su vista a la carretera.
-No, estaba lista para despertarme,- Dijo con un bostezo, sentándose. Me miró con una sonrisa en sus labios, -Temía despertar. Creí que esto era un sueño.
Me acerqué hacia ella y le besé suavemente en los labios, tratando de no despertar a Allie. Cuando me aparté, note que las mejillas de bella se habían teñido de aquel color carmín que tanto había extrañado. -Ningún sueño, solo yo.
-Tú eres mi sueño,- Susurró, acercándose a mí una vez más.
-¿Bella?
-¿Si?- Bella se volvió hacia Alice, quien le miraba preocupadamente.
-¿Donde esta Charlie?- Fue una inesperada pregunta, pero también la había pensado.
-OH, el sigue viviendo en mi antigua casa,- Dijo Bella con una triste sonrisa. -No le veo muy a menudo. Al menos,- Hizo un gesto hacia su rostro, -No cuando me veo así. Mike no quiere que sospechen. Suele pasarse seguido por allí con Allie. Yo voy cuando puedo.
Un rugido retumbó en mi pecho, esta vez no fue nada tranquilo. Los ojos de Bella fueron hacia el rostro de Allie. Allie seguía durmiendo silenciosamente, con una sonrisa en sus labios. Sus sueños eran bastante felices, y a decir verdad estaba agradecido por ello.
-¿Puedes escuchar sus sueños?- Me preguntó Bella. Me maravillé ante su habilidad por saber que era lo que estaba pensando.
-Si,- Susurré, mirando a Alice mientras hablaba, -Son sueños felices. Hay demasiados unicornios y conejos. Para ser honesto, es como si estuviera viendo algún programa de niños.
-Quizás lo estés,- Sonrió, -Allie mira mucha televisión. Los unicornios y conejos aparecen a las siete.
-¿De verdad?
-No, Edward,- Alice rió, -Esta bromeando.
-¿Cómo voy a saberlo?- Mi tono de voz era defensivo, pero mantenía mi sonrisa torcida. Mis ojos se volvieron hacia Bella. -No suelo mirar esos canales.
Hubieron unas risotadas y luego el silencio, exceptuando el rugido del motor del monovolumen. Me preguntaba si Bella me dejaría comprarle un auto luego de que hubiéramos acomodado las cosas. Estaba perdido en mis pensamientos, mi mirada nuevamente sobre la adormecida forma de Allie, cuando Bella me hablo; -¿Te agrada?
-La quiero,- Mi respuesta fue inmediata y pude sentir el agitado tamborileo del corazón de Bella. Me giré para verle, ver la brillante sonrisa que jugaba en sus labios. Era hermosa. Estaba en el lugar correcto. Bella estaba destinada a sonreír de esa forma.
-También le gustas,- Susurró Bella, bajando su mirada hacia Allie. Alzó su mano para jugar con los cabellos de su hija, enredando suaves mechones castaños entre sus dedos. -¿Ella,- Bella se detuvo, ruborizándose, -¿Huele como yo?
-Huele como una mezcla entre tu y alguien mas. Asumo que es Mike. No recuerdo su esencia,- Dije simplemente, viéndola acariciar los cabellos de Allie. Allie se movió en mis brazos, estirándose antes de acomodarse en otra posición.
-Entonces ¿No te es difícil…- Susurró Bella. El rosado rubor no había abandonado sus mejillas, pero su voz sonaba preocupada, -…Sostenerla?
-En absoluto,- Respondí mirándola. Espere en silencio a que su mirada se encontrara con la mía, -Siento como si fuera lo correcto.
-Lo es,- Asintió, ensanchando su sonrisa, -Desearía que siempre fuera así.
-Va a ser así, Bella,- Seguí susurrando, lo suficiente fuerte como para que ella me escuchara, -Solo tendrás que pelear por ello. Realmente deseamos lo que dijimos. Vamos a sacarlas a ambas de esa casa y lejos de él.
Continúo en silencio jugando con los cabellos de Allie, pero podía ver la alegría centelleando en sus ojos y el agitado ritmo de su corazón, emocionada ante mis palabras. Quité unos de mis brazos de Allie - dejándola sobre mi regazo, con mi otro brazo aun sobre su cabecita - Y acerque a Bella hacia mí.
-Hacen una familia adorable,- Se rió Alice, haciendo una mueca, -Honestamente, es tan dulce que siento que voy a enfermarme.
-Te acostumbraras,- Le lancé una sonrisa a Bella, acariciando su frente con mis labios. Su calida piel, su hermosa esencia, ella...eran todas las cosas que había extrañado tanto. ¿Cómo había soportado tanto tiempo sin ella?
-¿Mike no esta aquí?- Preguntó Alice cuando llegamos a la casa de Bella. Como Alice sabia donde Bella vivía, le había sorprendido más a ella que a mí. Bella miró a su alrededor con sus ojos bien abiertos.
-OH... um...- Su voz se entrecorto, y sus cejas se fruncieron. Reí ante su expresión de sorpresa, queriendo averiguar como Alice averiguo donde vivía, -No, el no aparecerá por aquí hasta dentro de una hora. Trabaja hasta tarde y la mayoría de las veces se queda a ayudar a cerrar.
-Bueno, aquí estamos,- Anunció Alice innecesariamente, apagando la camioneta antes de salir de la cabina. Bella le siguió, arrastrándose por la puerta del piloto.
-¿Quieren pasar?
-A decir verdad, no íbamos a darte otra opción,- Sonrió Alice mientras danzaba hacia la puerta de entrada. Salí de la camioneta, cargando a Allie cuidadosamente.
-Te mostrare su habitación,- Susurró Bella mientras abría la puerta. -La cena no estará lista hasta dentro de una hora, así que puede seguir durmiendo hasta entonces.
Subimos por las escaleras hasta la habitación de Allie. Alice bailoteaba delante de nosotros, ya sabiendo que camino tomar. La casa era linda y calida, llena con la esencia de Bella. Si no fuera por Mike, este seria un excelente lugar para Allie. Pasamos por un baño, seguido por una larga habitación y luego una más pequeña. Me paré ahí; -¿Esta es su habitación?
-¿Que?- Bella se giró para ver la habitación en la que me había detenido, -OH, no. Ese es el cuarto de huéspedes.- Se ruborizó, -A veces duermo ahí, cuando...
Se detuvo al sentir mi gruñido, y continúo caminando por el pasillo. Silenciosamente desee que Mike volviera temprano del trabajo. Nada iba a detenerme de matarlo, aun con la pequeña Allie durmiendo en mis brazos. Alice me lanzó una mirada y murmuró un; -Ya basta.
-Esta es la habitación de Allie,- Dijo Bella, deteniéndose al final del pasillo. Encendió las luces, revelando una habitación de paredes color lavanda, con una alfombra de color púrpura. Las cortinas eran rosadas, y también lo eran una serie de muebles, entre los que estaban la cama y unas sillitas y una mesita de juego. -Se que es muy estándar ¿Verdad? Pero son sus colores favoritos.
Acomodé a Allie cuidadosamente en su cama, luego de que Bella descorriera las sabanas. Juntos, la tapamos, arropando a la pequeña. Yo me ocupé de acomodar el lado izquierdo, mientras que Bella el derecho; luego nos agachamos para darle un beso en cada mejilla. Escuche unas risitas tras de mi, y mire a Alice, -¿Qué?
-¡Tienes una estúpida sonrisa en tu rostro!- Hablo Alice, riéndose con más fuerza. Miré a Bella, quien nuevamente se ruborizaba, -OH mi Dios, ustedes dos. No ¡Ustedes tres! Son tan dulces, es tan tierno, es tan...
-Perfecto.

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